El Buró de Crédito no es tu enemigo, ¡es una herramienta financiera vital! Todos con crédito están ahí. La clave es entender cómo funciona y usarlo a tu favor, disipando mitos como "¿Estoy en el Buró?" o "¿Cómo salgo de ahí?". ¡Conócelo!
El Buró de Crédito es una empresa privada que recopila, gestiona y proporciona información sobre el historial de pagos de personas y empresas. Es decir, lleva un registro de cómo manejas tus créditos: tarjetas, préstamos, hipotecas, servicios contratados, etc. Si pagas a tiempo, eso se registra. Si te retrasas, también. Pero no se trata de un castigo: se trata de una fotografía objetiva de tu comportamiento financiero, que los bancos, tiendas y financieras usan para decidir si prestarte o no.
Instituciones como bancos, casas de empeño, empresas de telefonía, tiendas departamentales y hasta arrendadoras de autos consultan tu reporte para tomar decisiones. A partir de tu información, se genera un puntaje —llamado score crediticio— que resume qué tan buen pagador eres. Cuanto más alto el score, más fácil será que te presten y te ofrezcan mejores condiciones. Por eso es tan importante conocerlo y mantenerlo saludable.
Falso. Estar en el Buró significa que tienes historial, y eso es algo bueno. Lo preocupante sería no aparecer, ya que sin historial, los bancos no tienen forma de evaluar si pueden confiar en ti. De hecho, muchas personas son rechazadas no por deudas, sino por no tener suficiente historial que respalde su solicitud. Lo ideal es tener créditos activos y manejarlos con responsabilidad.
Este es otro error común. Aunque pagar una deuda mejora tu situación, la información negativa permanece en tu reporte por un tiempo (dependiendo del monto). Por ejemplo, una deuda pequeña desaparece del Buró en 1 a 2 años; una deuda mayor puede permanecer hasta por 6 años. Eso sí: haberla pagado ya se refleja como un comportamiento responsable, y eso ayuda a mejorar tu score con el tiempo.
Pagar puntualmente, no usar todo tu límite de crédito, mantener un buen equilibrio entre tus ingresos y tus deudas, y evitar solicitar muchos créditos al mismo tiempo son prácticas clave. También conviene revisar tu reporte al menos una vez al año (es gratuito), para verificar que todo esté en orden y no haya errores. Incluso podrías detectar fraudes o cargos no autorizados.
Si nunca has tenido crédito, lo mejor es empezar con una tarjeta básica o con productos como Hey Préstamos, que permiten comenzar a formar historial. Puedes solicitar montos bajos, cumplir puntualmente con los pagos y así ir generando confianza con el sistema financiero. Poco a poco, tu score irá creciendo y accederás a mejores oportunidades: desde créditos más grandes hasta tasas de interés más bajas.
Conocer tu situación en el Buró de Crédito es tan esencial como saber cuánto dinero tienes en tu cuenta. Es tu carta de presentación ante el sistema financiero. No se trata de tenerle miedo, sino de usarlo como una herramienta para crecer: desde obtener un préstamo personal hasta acceder a una hipoteca, todo comienza con tu historial. La buena noticia es que siempre puedes mejorarlo con buenos hábitos. En resumen: infórmate, revisa tu reporte, corrige errores y demuestra que sabes manejar tu dinero. Porque, en el mundo financiero, tener un buen historial no solo abre puertas: también te da poder.
07 de jul de 2025
Lee aquí la nota
07 de jul de 2025
Lee aquí la nota
07 de jul de 2025
Lee aquí la nota