La inflación reduce tu poder adquisitivo: tu dinero vale menos con el tiempo. Lo que hoy compras con $100, mañana costará más. Ante esto, ¿cómo protegerte? Aquí explicamos la inflación, por qué monitorearla y estrategias para resguardar tus ahorros y mantener su valor.
La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país durante un periodo determinado. En otras palabras, es la razón por la cual el mismo billete que antes compraba una despensa completa, hoy apenas alcanza para la mitad.
Este fenómeno se mide con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), y su impacto es directo: si tus ingresos no aumentan al ritmo de la inflación, pierdes capacidad de compra. Por eso, aunque parezca un concepto macroeconómico, la inflación afecta tu día a día.
Un dato importante es que no todas las personas experimentan la inflación igual. Por ejemplo, si gran parte de tu gasto se destina a comida, transporte o vivienda, y esos rubros suben más que otros, la inflación te pega más fuerte.
Y aunque un poco de inflación es natural en una economía sana, cuando se descontrola (como ha pasado en varias partes del mundo en los últimos años), se convierte en un problema serio que requiere acciones personales para no perder valor patrimonial.
Afortunadamente, existen formas efectivas de proteger tus recursos. Aquí algunas de las más importantes:
Dejar el dinero estancado en una cuenta de ahorro tradicional puede parecer seguro, pero en realidad lo está "devorando" la inflación. Buscar instrumentos que ofrezcan rendimientos reales positivos, es decir, mayores al índice inflacionario, es clave.
Ejemplos: CETES, bonos gubernamentales ligados a inflación, fondos indexados, acciones y plataformas como Hey Inversión.
No pongas todos tus huevos en la misma canasta. Diversificar en diferentes activos como bienes raíces, acciones, ETFs o incluso criptomonedas (con precaución) puede ayudarte a equilibrar riesgos y aprovechar oportunidades de crecimiento.
En momentos de alta inflación, muchas personas optan por comprar productos o activos cuyo valor tiende a mantenerse o crecer, como propiedades, herramientas, electrodomésticos de calidad o incluso educación (una inversión a largo plazo).
Cuando la inflación sube, las tasas de interés tienden a incrementarse también. Si tienes deudas con tasas variables, podrías terminar pagando mucho más. Opta por tasas fijas y evalúa refinanciar si es posible.
Analiza cuáles de tus gastos están creciendo más rápido. Ajustar tu consumo en rubros sensibles al alza de precios te permitirá mantener estabilidad financiera.
Protegerte de la inflación no es una acción única, sino una serie de hábitos financieros bien aplicados. Aquí algunos consejos para adoptar una mentalidad preventiva:
La inflación es una realidad que todos enfrentamos, pero con información, estrategia y constancia, puedes evitar que tu dinero pierda valor con el tiempo. Desde invertir inteligentemente hasta revisar tu presupuesto, cada paso que tomes cuenta para mantener tu estabilidad financiera. Proteger tu dinero de la inflación no solo es posible, sino necesario para garantizar que tu esfuerzo y tus ahorros sigan rindiendo frutos en el futuro.
Recuerda: el mejor momento para actuar es ahora.
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