Cada Navidad huele a canela, vainilla o pino gracias a Bath & Body Works. Sus velas y sets vuelan en Black Friday y Candle Day. Detrás del furor hay un retailer estacional: BBWI vendió USD 7,300 millones en 2024 y ganó cerca de USD 798 millones.
En cada Navidad hay dos constantes: las listas de regalos y el olor a canela, vainilla o pino saliendo de alguna vela de Bath & Body Works. La marca se ha convertido en sinónimo de temporada festiva con sus velas de tres mechas, aromatizantes y sets de regalo que se agotan en Black Friday, Cyber Monday y Candle Day. Pero detrás de las filas en tienda y las bolsas llenas hay una historia interesante para cualquier persona que ve el consumo navideño también como una oportunidad para entender la Bolsa.
Bath & Body Works, Inc. (BBWI) es un retailer especializado en fragancias para el hogar y cuidado personal con más de 7,300 millones de dólares en ventas anuales en 2024 y un beneficio neto cercano a 798 millones de dólares. Es un negocio muy ligado a la estacionalidad: el cuarto trimestre, donde se concentra la temporada navideña, es clave y suele representar una parte muy importante de sus ingresos. Entender cómo le va a la empresa en estas fechas ayuda a leer mejor su potencial como inversión… y también a ver de otra forma esas velas que compramos en diciembre.
A diferencia de otros retailers generales, Bath & Body Works vende casi exclusivamente “experiencias en forma de aroma”: velas, jabones, body mists y difusores. Su modelo se basa en colecciones de temporada que rotan constantemente y crean urgencia: si no compras ese aroma navideño ahora, probablemente no vuelva el próximo año.
Este enfoque genera algo muy valioso: clientes que regresan cada temporada para “renovar” sus olores de casa y de cuidado personal. La marca no solo vende productos, vende rituales: encender una vela después de armar el árbol, poner un jabón de baño con olor a galleta, regalar un set de spa casero. En términos financieros, eso se traduce en tickets promedio altos y en compras repetidas año con año.
La compañía organiza eventos icónicos como Candle Day, donde sus velas de tres mechas se venden con descuentos agresivos y generan verdaderas avalanchas de consumo, además de campañas de Black Friday y Cyber Monday enfocadas en sets de regalo y promociones “compra 3, llévate 3”.
Este tipo de estrategias hace que el cuarto trimestre sea crucial. En el año fiscal 2024, Bath & Body Works reportó ventas de 2.8 mil millones de dólares en su cuarto trimestre, con una utilidad por acción de 2.09 dólares, superando su propia guía, aunque con una ligera caída de ventas frente al año anterior. Para un inversionista, esto deja claro que la empresa depende mucho de que la temporada navideña funcione bien: si el consumidor se aprieta el cinturón en diciembre, la acción lo resiente.
En el año completo 2024, la empresa registró ingresos de alrededor de 7.3 mil millones de dólares, un descenso de 1.6 % vs. 2023, y una utilidad neta cercana a 798 millones de dólares. No son cifras de crisis, pero sí muestran un negocio maduro que ya no crece a doble dígito como en años de expansión acelerada.
En el tercer trimestre de 2024, previo a la temporada navideña, las ventas fueron de 1,610 millones de dólares, un aumento de 3 % frente al mismo periodo del año anterior, aunque con ligera caída en la utilidad por acción ajustada. Es decir: la empresa vende más, pero tiene que esforzarse con promociones y marketing para sostener el volumen, lo que presiona sus márgenes.
Tras cerrar 2024, la compañía proyectó un crecimiento modesto de ventas de 1–3 % para 2025 y una utilidad por acción estimada entre 3.25 y 3.60 dólares, junto con un fuerte flujo de caja libre y recompras de acciones. Sin embargo, más recientemente ajustó expectativas: en noviembre de 2025 advirtió que las ventas del trimestre navideño podrían caer por un menor gasto en productos discrecionales como velas y fragancias, recortando su pronóstico anual y provocando una caída cercana al 14 % en el precio de la acción en un solo día.
En lo que va de 2025, el título acumula un retroceso significativo, reflejando el nerviosismo del mercado ante la desaceleración del consumo en esta categoría. Para alguien interesado en invertir, esto se traduce en una acción “castigada” donde el reto es distinguir si se trata de un problema estructural o de un bache cíclico.
Bath & Body Works muestra cómo una marca puede adueñarse de una temporada y convertirla en una ventaja competitiva. Su capacidad para lanzar colecciones navideñas que se vuelven parte del ritual de fin de año genera un flujo de ingresos muy predecible en Q4 y una base de clientes leales.
Para un inversionista, es un recordatorio de que los negocios estacionales no son necesariamente débiles: pueden ser muy rentables si logran crear comunidad alrededor del producto. En el caso de BBWI, los márgenes siguen siendo sólidos y la empresa genera suficiente caja para recomprar acciones y reducir deuda, algo que suele ser atractivo cuando la acción está barata.
Del otro lado, el caso también enseña que depender tanto de consumo discrecional puede volverse un problema en entornos de inflación alta o incertidumbre económica. Si las familias recortan primero “gustitos”, las velas y fragancias de lujo entran en esa categoría. La fuerte reacción del mercado a la guía más débil de Bath & Body Works para la temporada navideña reciente lo deja claro.
Además, la empresa compite en un segmento donde han aparecido muchas marcas independientes, velas artesanales y opciones “dupe” más baratas, lo que la obliga a invertir en marketing y descuentos para seguir siendo la favorita. Invertir en una compañía así implica creer en su capacidad de reinventar aromas, mejorar la experiencia en tienda y conectar con generaciones más jóvenes que buscan productos más sostenibles y con nuevas propuestas olfativas.
Bath & Body Works es mucho más que una tienda donde se compran velas para regalo: es un termómetro del apetito del consumidor por productos emocionales, de indulgencia y de temporada. Desde la perspectiva de inversión, combina fortalezas claras —marca reconocida, flujo de caja sólido, eventos de venta masiva— con riesgos evidentes —dependencia de la Navidad, presión competitiva y sensibilidad al entorno económico.
Para quien está construyendo un portafolio, observar cómo se comporta una acción como BBWI en estas fechas ayuda a entender mejor la relación entre emociones, consumo y resultados financieros. Y la próxima vez que enciendas una vela con olor a “Winter Candy Apple” o “Vanilla Bean Noel”, quizá también pienses en qué historia cuentan esos aromas dentro de la Bolsa.
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